A salto de mata siguen el ex -gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo y Juan Bernardo Corona Martínez, quien fuera titular de la Secretaría de Seguridad Pública en el gobierno silvanista. A los dos exfuncionarios se les han negado amparos con los que intentaban frenar su detención, la cual se espera se de en los próximos meses.
Fuentes federales dieron a conocer este día, que Juan Bernardo Corona Martínez se la pasa de un lugar a otro, tanto en México como el extranjero, donde se presume tiene algunas propiedades, mismas que utiliza para evitar su captura, aunque la Fiscalía General de la República asegura que ya les siguen sus pasos.
Como se dio a conocer en su momento, al extitular de la SSP en Michoacán, se le acusa de desviar 3,412 millones de pesos que estaban destinados a construir siete cuarteles de la Policía Michoacán. Un proyecto que prometía seguridad… y terminó convertido en uno de los mayores escándalos de corrupción del sexenio silvanista.
Los delitos que le imputan a Juan Bernardo Corona son de alto calibre, tales como Peculado, Administración fraudulenta, Operaciones con recursos de procedencia ilícita y Asociación delictuosa, más lo que se acumulen en el trayecto de la investigación que lleva a cabo la PGR.
La federación dio a conocer que eran siete obras (cuarteles), las que se llevarían a cabo en Morelia, Uruapan, Apatzingán, Zamora, Lázaro Cárdenas, Huetamo y La Piedad, pero no se hicieron, lo que significa que esas obras son el símbolo de un desfalco que dejó huella, pero el mensaje de la autoridad es muy claro, la corrupción puede tardar, pero no se archiva sola.

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