POR: YARELI DE LOS ANGELES MONTEJO GARCIA
El acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia es un desafío debido a la desigualdad y discriminación de género. Para las mujeres indígenas, estas barreras se intensifican por su origen étnico y su condición socioeconómica. Además, enfrentan obstáculos culturales, lingüísticos y geográficos, lo que perpetúa la impunidad y la violencia por parte de los operadores de justicia.
Juana, una mujer indígena de los Altos de Chiapas, sufrió una violación sexual durante su embarazo, resultando en la mutilación de una parte de su lengua. A pesar de la gravedad de la situación, no pudo acceder rápidamente a atención médica debido a la falta de transporte y la distancia al hospital más cercano. Tuvo que pasar esa noche conteniendo la sangre mientras su hija intentaba ayudarla.
Juana decidió buscar justicia en la Fiscalía de Justicia del Estado, ya que desconfiaba del sistema de justicia comunitario debido a que su agresor era una autoridad indígena. Sin embargo, en lugar de recibir apoyo, sufrió represalias y presiones para perdonar a su agresor. Temerosa y bajo presión, accedió a sus demandas.
Debido al abandono de las instituciones de justicia, Juana fue multada por los daños causados en la comunidad como consecuencia de su denuncia. Además, ella y su familia recibieron amenazas, lo que los obligó a huir de su comunidad en la madrugada, dejando atrás todo lo que tenían. Actualmente, viven en una situación de desplazamiento forzado interno, sin hogar, tierras, ni justicia.
Ante esto, exigimos al Estado que implemente políticas efectivas de protección contra la violencia hacia las mujeres indígenas, tanto dentro como fuera de sus comunidades. Además, es fundamental que se atienda y repare el daño causado a las víctimas y que se evite la repetición de la violencia institucional.
Firma la petición para apoyar a Juana y su familia en su búsqueda de reparación integral y el reconocimiento de sus derechos como víctimas de desplazamiento forzado interno y violencia contra mujeres indígenas. ¡JUSTICIA PARA JUANA!
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