POR: Juan Guevara Mendoza

Raúl Cárdenas Navarro ha quedado reducido a un triste fantoche, manejado por el gobernador de Michoacán, quién lo colocó al frente de la rectoría, para poder inmiscuirse en la autonomía de la UMSNH. Las transgresiones de Cárdenas a la Ley Orgánica son indignantes para los nicolaitas, a los que no pertenece el “Chapingo Boy”, que si tuviera una pizca de dignidad, ya habría abdicado al cargo desde hace tiempo.

En tiempos de la Revolución Mexicana, los caciques hambreadores y los traidores eran conducidos hasta el paredón de fusilamiento; hoy, los nicolaitas nos apegamos a las instancias impartidoras de justicia para que se ocupen de la corrupta administración universitaria. Sabemos que el problema financiero de la institución educativa no se acaba con la salida de Raúl Cárdenas, pero al menos existe la posibilidad de que llegue un grupo de hombres y mujeres con la capacidad para llevar las riendas de nuestra querida Universidad.

Un mentiroso que delinque no puede dirigir la Casa de Hidalgo y los sueumistas exigimos su salida inmediata de la institución, de la misma manera que hacemos un llamado a la Comisión de Rectoría para que tomen cartas en el asunto, de acuerdo a sus facultades conferidas por la Ley Orgánica. Los ex rectores deben dejar de permanecer parasitando en su estado de confort y cumplir con su obligación con la Universidad Michoacana.

Ha quedado plenamente demostrado que las amenazas sobre la supuesta prescripción de la Ayuda Sindical, solo es una más de las mentiras vulgares del rector, que mal aconsejado por su gavilla de funcionarios vividores, pretendió robarse un recurso que nos pertenece y que han estado jineteando en el banco como ruines usureros.

El padrón de socios del SUEUM está actualizado y es cuestión de horas para que la instancia laboral correspondiente, no tenga más remedio que emitir el documento, al que Silvia Hernández Capi, ha hecho distintas observaciones, sin ninguna autoridad legal para tal efecto. Los pretextos se acabaron y el cártel de Cárdenas Navarro tendrá que pagar a la brevedad el dinero que han venido amasando, generando intereses que no les corresponden y del que no existe rendición de cuentas. Nuestras prestaciones están salvaguardadas, porque no hemos dejado cabos sueltos, a merced de un rectorado criminal dispuesto cualquier aberración.

¡Basta ya de mentir a la opinión pública! Los mentirosos no tienen lugar en las instituciones humanistas; el Consejo Universitario debe pronunciarse al respecto de los actos delincuenciales de Raúl Cárdenas, quien asumió posturas a nombre de toda la comunidad universitaria por mandato estatal, pero a nadie le preguntó sobre su postura vergonzosa. ¡Fuera Raúl Cárdenas de la UMSNH, por cobarde, corrupto y entreguista!.

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