POR: Juan Guevara Mendoza

Las fortalezas que presume Raúl Cárdenas serán las debilidades que terminen con su incipiente carrera política, porque las acciones del rector, emprendidas hasta este momento, son balandronadas de un individuo sin criterio propio para regir con sabiduría los destinos de la Universidad Michoacana. Cárdenas Navarro, paulatinamente se ha convertido en un fantoche; es decir, un muñeco movido por una cruceta con hilos que van atados a su cuerpo o bien metiendo la mano debajo de su ropa.

No existe explicación coherente sobre los atentados de la rectoría universitaria en contra de los trabajadores administrativos afiliados al SUEUM, que durante más de un año hemos tenido que soportar las agresiones de la patronal, pero resulta aún más ilógico la complicidad de las instancias gubernamentales, que lejos de actuar conforme a derecho, se han convertido en viles espectadores de un rectorado que gradualmente se ha venido hundiendo en sus mentiras y en los múltiples delitos cometidos contra el patrimonio de los trabajadores universitarios y del sindicato titular del Contrato Colectivo de Trabajo.

La justicia no ha hecho acto de presencia ante tales infamias, porque su actuar muchas veces se demora, pero aunque tarde, siempre llega y estamos seguros que la hora de Raúl Cárdenas está muy cerca, porque el titiritero que articula sus acciones se irá muy pronto del estado y el flamante rector quedará solitario, traicionado por sus más serviles colaboradores, que buscarán guardar sana distancia, cuando comience a caer el peso de la ley sobre los delincuentes que se han servido a manos llenas de nuestra querida institución.

Rodrigo Gómez Monje alegará que solamente siguió las órdenes del capo, Rodríguez Vera dirá que sus acciones fueron servicios de carácter profesional y Hernández Capi acreditará demencia; pero lo cierto es que todos ellos, como las ratas, abandonaran la nave antes del naufragio y el único responsable de la zozobra será quien funge como representante legal de la Universidad.

La función del circo está por concluir y el número estelar, protagonizado por Cárdenas Navarro será en condiciones adversas para un rector que disfrutó muy poco de las mieles del estrellato y posiblemente su próxima actuación tendrá que ser para rendir su declaración frente a un tribunal de fuero federal.

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