*Es un festejo donde dos mundos son uno solo
*En estas fiestas la muerte llena de vida los hogares
En Michoacán, la Noche de Muertos es más que una celebración, es un momento para honrar a los que ya no están físicamente con nosotros, por eso, es importante seguir con nuestras tradiciones que también son parte de nuestras raíces, donde se nos muestra la forma en como percibimos la vida y la muerte, así lo señaló durante su participación en la premiación de altares por el Día de Muertos en el Congreso del Estado, la Diputada Ivonne Pantoja Abascal.
Agregó, que en los altares se representa la cosmovisión, pero también se rinde tributo a nuestros antepasados, a nuestros familiares y personas queridas, por lo que; “debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces, y dar continuidad a esta tradición de la Noche de Muertos, que nos abre panoramas internacionales, al grado de que en estas fechas llegan a Michoacán turistas de diferentes países para ser parte de nuestras tradiciones.
Por su parte, la Diputada Andrea Villanueva, quien fue la organizadora de este eventos cultural de festejo a quienes ya no están con nosotros físicamente, explicó que hace un año se dio inicio a esta actividad ya que en Michoacán todo se vive de manera diferente, todos lo vivimos y sentimos de una manera muy intensa, porque aquí, la muerte llena de vida los hogares, los panteones, caminos y todo lo que nos rodea, donde se observan altares con comidas y bebidas que en vida gustaron al familiar que ya no está físicamente, pero que este día en especial regresa a casa en espíritu para convivir con la familia.
Ello dijo, manifiesta la riqueza tradicional no solo del Dia de Muertos, sino de lo que es Michoacán, ya que la noche del primero de noviembre se colocan ofrendas de quien materialmente ya no existe, hay costumbres diversas en cada región del Estado de Michoacán, donde el fin fundamental es celebrar a los muertos.
Expuso que en Janitzio, participan en un ritual tradicional considerado sagrado, donde vivos y muertos conviven de día y de noche, por ello, mujeres, hombres y niños llegan al panteón y se dirigen a la tumba de sus seres queridos, bajo un silencio que contrasta con la luz de las velas, mientras colocan los alimentos predilectos de sus difuntos y su petate.
En Tzintzuntzan, se esmeran en elaborar productos artesanales, mismos que colocan en las ofrendas. En Jarácuaro, las tradiciones son más oscuras, se coloca un arco de flores por cada tumba y la danza se convierte en la luz de la Plaza Principal. Asimismo, entre los antiguos mexicanos, se realizaban diversos rituales alrededor de las tumbas, los cuales impresionaron incluso a los primeros conquistadores quienes introdujeron nuevas ideas.
Finalmente comentó que antiguamente Tiripetío era un centro religioso donde se celebraba el Dia de Muertos, se ofrendaban flores amarillas de cempasúchil y en el día subían al techo de sus casas y gritaban el nombre de sus antepasados, para que recibieran los alimentos que habían puesto para ellos. Así pues, en cada región, el altar representa la bienvenida a los muertos que vienen de visita después de un largo recorrido por el más allá.
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