*Ya basta de que en la mayoría de los municipios, el tercer año de gobierno se utilicen los recursos como actos electoreros o que digan que es el “Año de Hidalgo”.
“Este día, hago uso de esta tribuna para presentar una propuesta de reforma que aún y cuando no es muy fácil llevarla a cabo, si tiene consecuencias buenas para la economía de los municipios; y es que desde hace muchos años hemos sido testigos de como los dinero de los municipios en lugar de traducirse en calles pavimentadas, drenajes funcionales, parques seguros o alumbrado digno, estos se van diluyendo en nominas infladas, contrataciones discrecionales y gasto corriente que no genera bien estar para el municipio”, así lo expresó en sesión llevada a cabo el Diputado Alfredo Anaya Orozco.
Dijo, que hay municipios que reciben participaciones y que recaudan ingresos propios, suficientes, pero que son destinados más del 70% en dichos pagos, compensaciones y gasto corriente, dejando poco porcentaje para la obra pública. Aún así, lo más grave es que en el tercer año de dichos gobiernos, justo cuando se acercan los tiempos electorales, aparece un fenómeno recurrente, nuevas contrataciones sin justificación técnica, aumentos salariales fuera de proporción, facturas infladas, todo con fines políticos.
Es el año donde el dinero municipal se convierte en capital electoral, ese fenómeno se debe detener, por eso hay que reformar nuestra Ley de Planeación Hacendaria, Presupuesto, Gasto Público y Contabilidad Gubernamental del Estado de Michoacán, para que los municipios estén obligados a cumplir con 2 disposiciones simples.
1.- Tal y como lo establece el numeral 18 de la Ley de Planeación hacendaria, presupuesto, gasto público y contabilidad gubernamental, “propongo destinar como el máximo, el 3% de sus ingresos en pago de nóminas, sueldos, compensaciones, o cualquier tipo de gasto en servicios personales y profesionales. Esto se traduce en un 40% de sus ingresos como municipio.
2.- Que en el tercer año de gobierno municipal coincidente con los procesos electorales, se prohíba nueva contratación de personal, salvo sustituciones justificadas, evitando que los municipios se conviertan en plataformas de operación política con recursos públicos, dejando a salvo recurso para el pago de los laudos, estas medicas no son un castigo para los ayuntamientos, al contrario son un impulso para que se gestionen con responsabilidad y se administren con visión, y sobre todo para que recuperen la confianza de la ciudadanía.
Sabemos que hay municipios que hacen un trabajo ejemplar, que trabajan con austeridad, honestidad y que destinan el dinero a donde deben de ir, es decir, a la calle, al campo y a la comunidad, por lo tanto, esta iniciativa los respalda, pero a quienes han convertido al Gobierno Municipal en una agencia de colocación de personas o cuestiones políticas, les decimos que el dinero del pueblo no es para campañas, sino para ayudar a las comunidades de sus municipios. Con esta reforma no solo se combate el despilfarro, también se cierra la puerta a la corrupción, y se fortalece la rendición de cuentas..
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