Apenas el Gobernador del Estado, Silvano Aureoles Conejo anunciaba con bombo y platillo la captura del presunto asesino de la maestra Jessica G. V., y ya estaba siendo asesinada la enfermera Xitlali Elizabeth Ballesteros Heredia, solo que esta última fue encontrada en una localidad del vecino Estado de Guanajuato.

Pareciera que Morelia se ha convertido en una ciudad, donde el hecho de ser mujer te pone en la mira, al filo de la navaja para con los delincuentes, porque quienes quitan vida, quienes violan, maltratan, son delincuentes. Las autoridades de los tres niveles de gobierno están a tiempo de parar esta ola de agresiones hacia las mujeres, pero necesitan armar una estrategia firme y que funcione, empezando por los bares, centros nocturnos y todo tipo de negocios donde se expendan bebidas alcohólicas.

Con referencia a la muerte de la enfermera Xitlali Elizabeth Ballesteros, se sabe que el pasado día 30 de septiembre, salió de su domicilio con la intención de ir a pagar el servicio del agua al Ooapas, sin embargo, la joven ya no regresó a su domicilio, siendo ayer por la mañana cuando se localizó su auto en una comunidad que está entre Michoacán y Guanajuato.

Ayer mismo, las autoridades michoacanas fueron informadas por sus similares de Guanajuato que había sido localizado el cuerpo sin vida de la enfermera Xitlali Elizabeth Ballesteros Heredia, quien había sido reportada como desaparecida desde el 30 de septiembre.

El informe de la autoridad policiaca señala que la localización del cuerpo se hizo en un predio que se ubica entre Michoacán y Guanajuato, luego de una intensa búsqueda por las localidades de  Cuitzeo, Huandacareo, Chucándiro, Santa Ana Maya y otras rancherías de estas cabeceras municipales.

Cabe destacare que la búsqueda de la enfermera se realizó luego de que sus familiares acudieron a poner la denuncia de su desaparición ante la Fiscalía General del Estado. El día Primero del presente mes se localizó el automóvil en una comunidad del municipio de Cuitzeo. Siendo este día cuando se localizó el cadáver de la enfermera en un predio de la localidad de Yuriria, Guanajuato.

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