Por: Efraín Barrera Medrano
Si honramos el viejo adagio popular de lo que siembras cosechas, el senador Cristóbal Arias está levantando los frutos de su trabajo de lucha social que enarbolo desde los 80`s y 90`s, que le permitió recorrer muchas veces el estado para conocer sus problemas y hacer muchos amigos que sigue conservando, y con su memoria de elefante, identifica con nombres y apellidos en la mayoría de los municipios Michoacanos; esa estructura no la tiene ni Obama porque no responde a partidos o compromisos de coyuntura electoral, se sustenta en amistad y lealtad como un reconocimiento a la gran aportación que ha hecho el “Cachorro de Churumuco”, desde muy joven a las luchas democráticas en nuestro querido estado.
Con los niveles de desprestigio de los partidos tradicionales y la pérdida de ideologías, la trinchera es lo de menos, Cristóbal puede ganar desde el partido que lo postula por pequeño que parezca, algunos se darán por sorprendidos bajo la utopía que el triunfo se reserva para marcas conocidas, este razonamiento cada vez se vuelve más obsoleto si referimos que MORENA en 2018 solo traía el 8%, y desde esa lógica, AMLO no hubiese ganado la presidencia, o Alfaro no fuese Gobernador de Jalisco por MC, con apenas el 5% de aceptación que registraba ese mismo año, solo por mencionar algunos ejemplos; recordemos que la política es la ciencia de lo impredecible.
Cristóbal no fue porro, tampoco tiene caballos bailadores ni paraísos económicos, es un abogado nicolaíta que se formó al lado de Natalio Vázquez Pallares, quien fue un luchador agrario e ilustre académico universitario, además de haber sido rector de la UMSNH muy comprometido con el nacionalismo revolucionario, ahí es donde se encuentra los orígenes de su formación cultural y académica; ni punto de comparación con el resto de los aspirantes, que con todo respeto no tienen esa calidad de liderazgo que hoy Michoacán reclama de su nuevo Gobernador.
La realidad es que aunque quisieran no pueden cumplirle al pueblo, los compromisos contraídos con los grupos de poder son muy grandes y oscuros; la lealtad de los candidatos es reciproca hacia quienes contra toda lógica los impusieron pero nunca con la sociedad que pretenden representar, parece que esto ya le ha quedado muy claro a los michoacanos, tanto que la correlación de fuerzas empieza a modificarse y CRISTOBAL ha comenzado a reposicionarse; peldaño a peldaño está retomando el lugar de puntero desde su nueva trinchera FUERZA X MEXICO que tramposamente le arrebataron en el partido guinda.
En la presente coyuntura el senador es quien menos compromisos trae con grupos de poder formal o mafias de poderes facticos, no trae señalamientos de corrupción u otros actos que hayan trastocado la vida pública de Michoacán; justo por eso fue subestimado por el partido de MORENA aun cuando las encuestas independientes le favorecieron en todo momento; el CEN decidió tomar decisiones equivocadas que hoy tiene a sus dirigentes con los dedos en la puerta.
En virtud de su trayectoria política y su trabajo a ras de suelo, Cristóbal es el único aspirante que conoce el sentir de los michoacanos y la problemática que nos aqueja en todos los rubros del desarrollo social, pero además, su conexión con empresarios de todos los niveles le permite hacer planteamientos viables de inversión para el fortalecimiento de la economía y generación de empleos desde la perspectiva de la sustentabilidad; garantizar el cuidado de la biodiversidad y nuestro entorno ecológico es un ponderable y una necesidad de sobrevivencia para las generaciones del futuro
En resumen, el senador no trae anticuerpos ni tiene culpa alguna de los grandes males que hoy en día nos aquejan, es el aspirante que se ha conducido con mayor transparencia y responsabilidad; estos atributos lo metieron de nueva cuenta a la competencia y en franco crecimiento, mientras Morón se desploma y Herrera Tello permanece estancado de acuerdo con las últimas mediciones demoscópicas de MITOFSKY y MACIVE CALLER.
La política y la inteligencia son 2 cosas inherentes, aunque también es cierto que no siempre se utilizan con sanos propósitos, nuestra historia registra muy pocos personajes que han encauzado su inteligencia y a través de la política lucharon por las mejores causas de México; michoacanos gloriosos que dejaron huella y marcaron paradigmas en la lucha por la democracia en nuestro país y en nuestro estado: José María Morelos, Francisco J. Mujica, Lázaro Cárdenas del Rio, entre otros.
Desafortunadamente michoacanos como estos no nacen en macetas; ahora solo queda su legado como fuente de inspiración para las nuevas generaciones que hemos tenido la responsabilidad histórica de hacer política y seguir luchando al lado de Cristóbal Arias en busca del eslabón perdido como ha sucedido en cada etapa de nuestra historia revolucionaria.
Estos conceptos no tienen fecha de caducidad y persisten como banderas de movimientos sociales que alimentan el espíritu de lucha de nuestro pueblo que, hoy en día, sigue esforzándose para transformar Michoacán, pero que, no obstante, las traiciones al pueblo no han permitido un avance sustancial.
La democracia y la justicia también siguen siendo accesorios para decorar discursos de candidatos de los partidos tradicionales, que han sido los responsables directos de la devastación de nuestro estado; cuando estuvieron frente a una responsabilidad hicieron justo lo contrario; Michoacán se debate entre corrupción, delincuencia, impunidad y cacicazgos políticos; ¿si alguien nos ha mentido tantas veces porque creerle ahora?

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