La delincuencia organizada en Michoacán hace lo que quiere porque hay compadrazgos con personal de la Fiscalía General que encabeza Adrián López Solís, la autoridad sabe que en la región de la Tierra Caliente hay por lo menos cuatro carteles de las drogas que se pelean por tener el control en varias regiones, pero no hacen nada, así lo hizo saber en entrevista el padre Gregorio López.

El Secretario de Seguridad Pública Juan Bernardo Corona Martínez, manda a su gente horas o días después de las balaceras, cuando ya todo se ha consumado y así no se puede. Luego, en sus operativos amagan y presionan a gente inocente con sus famosos retenes, que hasta donde se sabe son ilegales, todo para decir que están trabajando contra la inseguridad.

El también conocido como “Padre Goyo”, no dudó en señalar que el Gobierno del Estado en todos sus niveles ha desatendido a las comunidades de la Tierra Caliente porque son amigos, se sientan a comer juntos y quién sabe hasta planean las estrategias para delinquir.

Vía telefónica, el “Padre Goyo” destacó que van tres días de miedo y zozobra de la gente en varias localidades de la Región de Tierra Caliente, porque grupos armados no solo se han enfrentado a tiros, ya se dieron el lujo de utilizar granadas de uso exclusivo del Ejército Mexicano, ello significa que están bien armados y que con granadas pueden tumbar una vivienda,

El entrevistado aseguró que para la gente que vive en aquella región es cada vez más difícil vivir, incluso, aseguró que hay personas o familias que ya emigraron de sus comunidades a la ciudad o a Estados Unidos de Norteamérica, y todo dijo, gracias a la inoperancia del Gobierno del Estado para combatir a la delincuencia organizada.

Cabe destacar que hace unos días el “Padre Goyo” dio una entrevista a un medio de comunicación donde aseguró que a un sacerdote amigo de él, un grupo armado lo despojó de su camioneta cuando circulaba por calles de Apatzingán. Y dos o tres días después, el afectado detectó su unidad que era utilizada por personal de la Fiscalía General de Michoacán, sacando como conclusión que los ministeriales y sus jefes, encabezan a la delincuencia organizada al menos en aquella región.

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