POR: Juan Guevara Mendoza
De manera gradual se han desmoronado todos los embustes creados por Raúl Cárdenas, ocasionando total incredulidad a su palabra por parte de las plantillas laborales de la Universidad Michoacana. A estas alturas nadie cree en la gestión de recursos, de la que se jacta haber iniciado, ya que el representante legal de la institución lleva dos años cacaraqueando las mismas acciones, sin que existan resultados satisfactorios.
Desde un inicio el SUEUM ha denunciado abiertamente los actos retrogradas de la rectoría, encaminados a la precarización de las condiciones generales de trabajo, tanto de los empleados administrativos como académicos, ya que el delincuente que cobra como rector, cree que gestionar es arrebatar las conquistas laborales obtenidas a lo largo de la lucha sindical.
El proceso aniquilador de Raúl Cárdenas ha terminado por despertar a las bases del SPUM, que a través de sus secciones sindicales, empiezan a pronunciarse en contra de las medidas absurdas y fascistas del rector y a la tibieza y entreguismo de su Comité Ejecutivo, cuyos principales dirigentes se encuentran al servicio de la autoridad universitaria, olvidando que fueron sus afiliados quienes los colocaron en el cargo para velar por la defensa de sus derechos.
Es una vergüenza la conducta corrupta de Jorge Luis Ávila, que de la mano con personajes como Francisco Ruiz Vega, se olvidaron de sus principios sindicalistas para convertirse en sicarios laborales de sus propios compañeros, defendiendo a capa y espada los intereses de la odiosa rectoría.
El SUEUM ha sido punta de lanza en la defensa irrestricta de sus intereses y así continuará; es por eso que a Raúl Cárdenas le incomoda la presencia de un sindicalismo donde no puede inocular su veneno y consumar sus fechorías. Los corruptos y mentirosos, invariablemente privilegian las negociaciones turbias con sus semejantes, por eso buscan empoderar a personajes como Armado Rangel y sostienen a sujetos como Jorge Luis Ávila, quien a pesar de la adversidad, muestra su sonrisa hipócrita.
Cárdenas Navarro está desesperado porque prometió entregar nuestro futuro y los tiempos se le acaban, ante la inminente salida del gobernador, por eso distorsiona las palabras y asegura haber iniciado las “gestiones pertinentes de recursos para la Universidad”; pero nadie cree las declaraciones del mandatario, porque como decía un dramaturgo mexicano “en boca del mentiroso, es la verdad sospechosa”.
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