POR: Juan Guevara Mendoza

Es una vulgar mentira afirmar que la UMSNH respalda a Silvano Aureoles en sus locuras contra un supuesto centralismo presidencial. Raúl Cárdenas no puede tomar partido a nombre de toda la institución, porque la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana, establece en su Artículo 8º. Que la autonomía recae en los sectores que la conforman, es decir, empleados, maestros y alumnos.

Raúl Cárdenas no puede involucrar a toda la comunidad universitaria en sus politiquerías baratas, porque no es dueño de la Máxima Casa de Estudios; mucho menos puede pronunciarse a favor de los berrinches del Gobernador de Michoacán, que se lanza en contra de un supuesto centralismo presidencial, precisamente ahora que ha iniciado el proceso electoral.

Era de esperar que aflorara la sumisión servil del rector frente al jefe del ejecutivo estatal, con quien vive agradecido por un cargo que indignamente ha venido deplorando durante sus casi dos años de rectorado. Es natural la sumisión de Cárdenas Navarro, pero resulta indignante que mancille el nombre de una institución histórica con semejantes patrañas.

Le duele a Cárdenas Navarro que la federación extinguió los fideicomisos y los fondos para la educación, porque el negocio de la rectoría consiste en atraer más recursos, pese a que no existe transparencia ni rendición de cuentas por parte de su administración.

Cárdenas Navarro asegura que ha logrado ahorros sustanciales que permitirán cubrir las nóminas salariales hasta el mes de noviembre. Tales ahorros son parte de una burda mentira del rector, ya que los dineros a los que se refiere, provienen de la retención ilegal de algunas prestaciones como la Ayuda Sindical y la Aportación de Depósito, los estímulos de puntualidad descontados de manera arbitraria, la adjudicación o robo descarado de las cuotas sindicales, el dinero de nuestra caja de crédito, así como el fondo de retiro.

Parte del supuesto ahorro viene del dinero no pagado a los proveedores de bienes y servicios a la institución; también del calzado y material de trabajo de los trabajadores y de los salarios de los 20 empleados despedidos injustamente por el actual rectorado. Todos estos puntos tendrán que ser pagados muy pronto, de tal manera que los ahorros de Raúl Cárdenas son una más de las falacias con las que acostumbra a burlarse del pueblo michoacano.

Es robusta la lista de delitos cometidos por el actual rector, que ahora aplaude eufórico a Silvano Aureoles, para exigir más dinero a la federación. Si el apoyo es mutuo y existe reciprocidad ¿Por qué no le demanda al gobierno michoacano el rescate financiero que requiere la Universidad?

Comparte en redes sociales