Este 8 de Julio, con el favor de Dios, como cada año,  el Presbiterio de Morelia peregrinamos a la Basílica de María Inmaculada de la Salud, en Pátzcuaro Michoacán, para expresar a nuestra Madre nuestro amor filial y sincero agradecimiento por su maternal presencia e intercesión, informó el Obispo Auxiliar de Morelia, Juan Espinoza Jiménez.

El obispo señaló que la peregrinación sacerdotal es la expresión personal y comunitaria de arrepentimiento y conversión, que culmina con el gozo de haber llegado al lugar Santo para recuperar fuerzas, festejar la fraternidad sacerdotal y continuar nuestro ministerio con renovada esperanza evangélica.

Como Tata Vasco dijo, peregrinamos a los pies de la Virgen para que ella nos impulse a seguir en el servicio y amor a los pobres, a ser constructores de una nueva sociedad de armonía, amor y paz. El testimonio de Don Vasco y la protección de Nuestra Señora de la Salud nos invitan a renovar nuestro compromiso de pastores para acompañar a nuestros pueblos e impulsarlos a que reflejen la grandeza de su dignidad humana y su capacidad creativa, que ayuden a transformar nuestras raíces, nuestra cultura y tradiciones y conducirnos a construir una sociedad artífice de paz.

Como sacerdotes ofrendamos a María Inmaculada de la Salud nuestra gratitud por la vocación sacerdotal recibida y las actividades pastorales realizadas; como súplica recordamos a nuestros hermanos sacerdotes que han fallecido, pedimos el aumento de vocaciones sacerdotales, a la vida consagrada, al matrimonio cristiano y oramos por un ambiente de paz en el Estado de Michoacán y en México, basado en el compromiso personal y eclesial.

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