*La Magistrada Lizett Puebla Solórzano invitó a las víctimas a denunciar cualquier acto de acoso, ya que de no hacerlo, se afecta el contexto del trabajo en general.
“El 92 por ciento del acoso sexual en espacios laborales, no se denuncia”; en buena parte, por los mecanismos que entraña, por lo normalizado que está y, porque “es realmente difícil reconocer, hablar y denunciar los diferentes tipos de violencia”, dijo la magistrada Lizett Puebla Solórzano.
Durante el taller “Identificación, prevención y enfoque psicológico de la violencia laboral”, que organizó el Tribunal de Justicia Administrativa de Michoacán (TJAM) para sus integrantes, la magistrada habló sobre la necesidad de replicar información para erradicar este fenómeno, que afecta especialmente a las mujeres, pero daña el contexto del trabajo en general.
Presentado en el el marco del “Día Naranja” –que se conmemora mensualmente en el ámbito institucional para recordar la lucha contra la violencia de género-, el “taller busca exponer un tema que debemos conocer y entender todos y todas; es importante hablar de ello, para generar espacios de trabajo libres de violencia”, comentó el magistrado, Hugo Gama Coria.
En esa ruta –añadió el magistrado presidente del TJAM– es que se organizan actividades como el taller; pero, sobre todo, se han creado reglamentos y códigos, además de Comités, “a fin de que podamos realizar nuestras tareas en forma ética y profesional, sin que se invada la esfera privada y, sin que se den relaciones desiguales entre quienes integramos el Tribunal”.
De acuerdo con la magistrada Puebla Solórzano –quien dirige los Comités para la Igualdad de Género y, de Ética e Integridad– este tipo de violencia afecta, en el 66 por ciento de los casos, a las mujeres y si bien se están accionando esfuerzos importantes para suprimirla “en espacios institucionales y, especialmente, sociales”, es todavía necesario señalarla dada su magnitud:
“De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) más de 2 millones de mujeres en México han señalado distintas formas de violencia en el trabajo; y más de 95 mil de ellas, renunciaron”.
En este taller también participaron la maestra Tamara Prats Vidal, integrante de la Secretaría Administrativa del TJAM, así como de su Comité de Género; y, la psicóloga Alexandra Sandoval Martínez.
“El acoso sexual pasa mucho, se habla poco y se denuncia menos”, enfatizó la maestra Prats y refirió, grosso modo, que puede ayudar a identificarlo que “todo aquello que no es consensuado y nos hace sentir agredidos o agredidas”, tanto en ámbitos laborales como de otro tipo, por lo que es imprescindible:
“Identificarlo, protegerse –hablar con las y los compañeros, generar redes de apoyo– y, denunciarlo” ante las instancias correspondientes: las contralorías o comités, si es dentro del servicio público; ante superiores jerárquicos y áreas de recursos humanos cuando se trata del ámbito privado y, cuando es necesario, ante instancias judiciales, ya que, destacó: “hablamos de un delito”.
Por último, la psicóloga Alexandra Sandoval trató sobre los efectos psicológicos del hostigamiento y acoso sexual y laboral –depresión, ansiedad, cardiopatías, etc.– afirmando que se trata de “un problema de salud pública” que debe atenderse en tal dimensión.
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