Luego de varios días en que estuvo luchando contra la enfermedad del COVID 19 en el Hospital del ISSSTE, finalmente el máximo representante de los ex –autodefensas en Michoacán, José Manuel Mireles Valverde perdió la batalla, y este 25 de noviembre murió a la edad de 62 años.

El Dr. Mireles, siempre será recordado por sus batallas frente a frente contra integrantes del crimen organizado, en este caso, Los Caballeros Templarios, quienes estuvieron a punto de ser “borrados” de Michoacán por las tropas que encabezó en el 2013 y 2014, solo que una mala jugada del Gobierno Federal, encabezada por Alfredo Castillo, terminó con el encarcelamiento del entonces líder de los auto-defensas.

Fue un médico muy querido y respetado en su tierra natal Tepalcatepec, donde aseguran daba consultas y en ocasiones medicinas gratis a sus pacientes. Sin embargo, y por sus propias palabras, guardó la bata, las jeringas y todo el equipo médico para agarrar las armas y combatir a los criminales que ya se habían apoderado de huertas de aguacate, ranchos, casas y hasta de las esposas e hijas de los lugareños, incluyendo a sus familiares.

Para nadie es un secreto que el Dr. Mireles puso a temblar al Gobierno Federal, ya que conforme avanzaba en sus acciones más gente se le unía y la autoridad pensó que podría darse un levantamiento en armas en todo México, tal y como sucedió en Michoacán.

Para muchas personas, José Manuel Mireles tenía sus días contados, incluso, él mismo en cortometraje que se publicó, dijo que quizás para cuando muchos lo vieran él ya estaría muerto, sin embargo, la situación se fue componiendo poco a poco y hasta tuvo la oportunidad de contraer nupcias con una jovencita que siempre lo acompañaba a donde él estuviera.

Nadie, ni él mismo, se imaginó que su vida acabaría no entre las balas de un rifle AK-47 o un AR-15, no en un enfrentamiento armado, sino infectado del mortal virus del COVID 19, quien apagó su vida y que hoy mantiene en luto no solo a su familia, sino a todos esos guerreros de la Tierra Caliente que estuvieron con él, en las buenas y en las malas.

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