La Serie Mundial de las Grandes Ligas podría ser un espectáculo inolvidable para los cubanos, sobre todo, porque se enfrentarán dos que jugaron pelota en la Isla: Yasiel Puig y Yulieski Gurriel. Ninguno es telonero, sino regulares en sus equipos y ambos son muy recordados por la afición nacional.
El duelo por la corona del béisbol en MLB comienza este martes y se jugará al mejor de siete. Será un enfrentamiento entre uno de los mercados más poderoso de las Grandes Ligas, Dodgers de Los Ángeles, y los Astros de Houston, un conjunto que tuvo 111 derrotas en 2013, pero que se reconstruyó. Entre el mejor lanzador del béisbol, Clayton Kershaw, y el pequeño campeón de bateo, José Altuve. Entre la energía contagiosa y el talento explosivo del Caballo Loco (Puig) y el que fue la cara de la pelota cubana desde que debutó en Cuba (Gurriel).
Al gran sueño de los peloteros de MLB, llegaron ellos dos y el cátcher Yasmani Grandal, quien jugó mucho en la temporada regular y apenas lo ha hecho en los play off. Pero en el camino de la postemporada quedaron varios cubanos. Incluso, en los 4 conjuntos que buscaban un boleto en las series de campeonato había representantes cubanos.
Puig parece renacido de sus cenizas, de una sarta de indisciplinas que casi le cuestan la salida de las Dodgers. Fue un fenómeno mediático cuando debutó en 2013 y quedó segundo en la votación por el novato del año. En 2015 se ganó la portada del videojuego MLB: The Show.
En 2015 y 2016, Caballo Loco fue tan loco, que los Dodgers lo mandaron a las Menores, lo colocaron en waivers e incluso, buscaron su salida. Para 2017, cuando parecía no haber remedio, se reinventó como un pelotero más paciente en el plato, con decisiones más acertadas. El resultado fue una temporada de 28 jonrones y 74 impulsadas.
Pero en la postemporada se ha mostrado más maduro aún, aunque siga jugando y disfrutando la pelota como un niño pequeño. Tiene 12 hits en 29 turnos al bate, para promedio de 414, con un jonrón y seis impulsadas. Su average de embasado es un astronómico 514 y ha recibido seis bases por bolas, lo que significa que, de 35 comparecencias Yasiel llegó a las almohadillas en más de la mitad.
Caballo Loco reparte besos en el dogout y da saltitos en el cajón de bateo con cada lanzamiento. Sacó la lengua después de llegar a tercera base con un jit al jardín izquierdo y su cara desquiciada y su lengua, se convirtieron en trending topic en las redes sociales. Por si fuera poco, Yasiel muerde su bate, literalmente. Y hace el famoso y polémico bat flip hasta con una conexión de foul.
“Yasiel, obviamente, ha tenido una temporada distinta. Ha tenido una campaña completa y viene jugado muy bien en cuanto a la defensa y la calidad de sus turnos al bate se refiere. Ahora mismo está jugando a un nivel bien alto. Creo que de verdad ha comprendido lo importante que es cada lanzamiento. Es algo que ha ido asimilando a medida que ha ido avanzando la temporada”, dijo su mánager Dave Roberts.
“La gente se nutre de su energía, lo cual es un buen atributo de un líder. No creo que sea un liderazgo explicito, pero su energía y emoción son cosas importantes para nosotros”, dijo Clayton Kershaw.
A la locura de Puig le ha antecedido una notable calma en el cajón de bateo, durante esta postemporada. Tanto así, que hizo swing al primer lanzamiento solo dos veces de sus 35 apariciones.
Por su parte, Grandal lleva de 5-0 en play off. Nació en Cuba y emigró a los 10 años, y se formó como beisbolista en Estados Unidos. Aunque participó bastante en la campaña regular, apenas ha visto acción en octubre.
Las víctimas de los Dodgers fueron los Cachorros de Chicago, campeones de 2016, que tuvieron en su nómina al cubano Leonys Martín. El villaclareño se fue de cinco cero, y fue usado, principalmente, como cambio defensivo para los innings finales.
Del otro lado, el Yuli Gurriel, el último de los grandes emigrantes de la pelota cubana, se adueñó de la primera base de los Astros.
“Todavía no puedo creerlo. Mi primera temporada (completa) y directo a la World Series. En mi primer año es un orgullo”, dijo el Yuli a ESPN.
Se ponchó apenas 62 veces en 564 apariciones al plato, para el quinto porcentaje de ponches más bajo en todo el béisbol (11 por ciento). Aunque más callado que Puig, se ve relajado en el terreno y el dogout. Si contra los Yankees bateó menos, contra Boston conectó nueve hits en 17 turnos. No es la estrella del conjunto y eso lo ayuda, porque el peso lo llevan Altuve, Correo o Springer.
La novena del Yuli dispuso de los Bombarderos del Bronx, los míticos Yankees de New York. En este enfrentamiento se despidió Aroldis Chapman, el lanzallamas cubano, con una actuación sobresaliente.
El holguinero, después de un año malo para el estándar de sus números habituales, permitió solo una carrera en 8 inning en la postemporada y salvó tres juegos. Incluso, tuvo tres salidas superiores a una entrada, algo no habitual en él. Como de costumbre, retiró a 16 bateadores por la vía del ponche, apoyado en su recta de humo. Pero los Yankees quedaron en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, cuando muchos preveían un choque de proporciones épicas contra los Dodgers.
Así Cuba tendrá representación en la Serie Mundial. El pasado año, Chapman fue clave para el triunfo de los Cachorros, pero habrá nuevo rey, que saldrá entre equipos con realidades y caminos distintos. Ambos conjuntos superaron las 100 victorias: 104 los Dodgers y 101 los Astros, pero el camino al Clásico de Otoño fue distinto.
Los Dodgers se fortalecieron a golpe de talonario y poseen la nómina más onerosa de la MLB, que a inicio de la temporada era de 225 millones de dólares, según cifras de AP. Han comprado lanzadores como Yu Darvish, Alex Wood, Kenta Maeda, Brandon Morrow, Rich Hill, Tony Cingrani, Ross Stripling y Tony Watson. También, desde las menores han promovido a jugadores que constituyen parte de su espinazo: Yasiel Puig, Corey Seager, Cody Bellinger y Joc Pederson. Esto les da una profundidad sin comparación en la Gran Carpa.
Los Astros tomaron otra senda, que les llevó a varias temporadas con más de 100 derrotas. Sin tanto dinero para gastar, apostaron por talento joven, a partir de 2011, con la contratación de Jeff Luhnow como gerente general. En el draft llegaron varias piezas importantes como George Springer (2011), Carlos Correa y a Lance McCullers (2012), y en 2015 seleccionaron a Alex Bregman y a Daz Cameron, este último usado en el cambio por Justin Verlander. Sumaron después a experimentados como Evan Gattis, Ken Giles, Carlos Beltrán y a Brian McCann para completar la alineación.
Los Dodgers tienen cinco títulos de Serie Mundial desde que se mudaron de Brooklyn a Los Ángeles. La última vez que triunfaron quedó para la posteridad el inolvidable jonrón de Kirk Gibson como emergente, para dejar en el terreno a los Atléticos, en 1988. Pero 18 franquicias ya han ganado un campeonato desde aquella fecha.
Para los Astros, que apenas tienen una asistencia a Series Mundiales (2005), esta pudiera ser la hora. No están ilustres como Nolan Ryan, Jeff Bagwell o Craig Biggio, pero con Altuve, Correa o Verlander pudieran lograrlo.
Desde este martes comienza la lucha por el anillo como cada octubre, un mes que pudiera ser inolvidable para Gurriel o Puig y Grandal. O para los tres, porque cada Serie Mundial es única e irrepetible, y en ella al menos un cubano estará en la bando del ganador. Aunque Puig ya anunció que “el trofeo llegará pronto”.
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