El Museo Nacional de Antropología luce en su patio la instalación «Xantolo: Fiesta de los difuntos de Yahualica, Hidalgo”, elaborada por pobladores de esta comunidad de la Huasteca hidalguense para mostrar cómo celebran el Día de Muertos, y que los visitantes al recinto podrán disfrutar hasta el 4 de noviembre próximo.
Dentro de una casa tradicional de la huasteca instalada en el patio del recinto, el altar fue decorado con un arco de flores de cempasúchil, mano de león y palmillas; naranjas, mandarinas, plátanos y pan con figuras antropomorfas, explicó en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además, se incluyó la comida favorita de los difuntos, como el adobo de pollo y puerco, los tamales, el “pascali”, que es un platillo hecho a base de semillas de ajonjolí y frijoles, chocolate y tequila, así como dulces, frutas cristalizadas, juguetes para los niños muertos, la vestimenta y los objetos preferidos de los fallecidos.
Arturo Gómez Martínez, subdirector de Etnografía del museo y quien ha estudiado las tradiciones de la mencionada comunidad indígena de habla náhuatl, destacó que en dicha comunidad el recuerdo de los difuntos inicia con mucha anticipación.
“La celebración comienza desde el 18 de julio y 29 de septiembre, fechas en que se hacen invitaciones formales mediante una ofrenda de tamales, café, pan, velas y copal que se disponen en los altares domésticos, mientras que las personas mayores de cada familia rezan y ´hablan´ con sus difuntos para invitarlos a casa. Asimismo, les piden que intercedan por las milpas para que haya los alimentos suficientes”, refirió.
La noche del 30 de octubre comienza la fiesta, con la elaboración de arcos decorados y colocación de los altares, en los que hay imágenes de santos y fotografías de los difuntos.
Al mediodía del 31 de octubre llegan los difuntos infantes, conocidos como “pilconetzitzih”, para recibirlos en el camino a casa con veredas hechas con pétalos, agua bendita y humo de copal, acto que recibe el nombre de “tlanamiquilistli”, abundó.
Los difuntos adultos o “huehueyih”, son recibidos el 1 de noviembre, igualmente se les da la bienvenida desde el camino, donde se les indica la ruta a través de un surco de pétalos, continuó el especialista.
Sin embargo, ese día la ofrenda principal se integra por platillos como mole, tamales, pan, chocolate, refrescos, cervezas, aguardiente, tabaco, dulces tradicionales y otros comestibles que los seres queridos disfrutaban en vida, ya que, de acuerdo al investigador, se les atiende como si estuvieran vivos y fueran sus invitados.
El 2 de noviembre los pobladores visitan los panteones, donde colocan ofrendas de comida y bebidas; se hacen rezos, se toca música ceremonial y los danzantes bailan los géneros cuanegros, huehues, colis y matlachines sobre las tumbas.
La celebración concluye a finales de noviembre, cuando la familia vuelve al panteón nueve días después del Día de Muertos para despedirlos, se realiza otra fiesta con danzas, ofrendas en las tumbas y adornos florales.
Para el 30 de noviembre, día de San Andrés, se hace una pequeña ofrenda en las casas, con tamales, panes, adobo y chocolate, y de nuevo regresan al panteón para concluir la fiesta de los muertos en Yahualica, Hidalgo.
El altar de Día de Muertos en el patio del Museo Nacional de Antropología permanecerá hasta el 4 de noviembre, y se podrá visitarlo de 09:00 a 19:00 horas.
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