POR: Javier Irepan Hacha, Docente-Investigador del IMCED
El análisis de lo educativo, adquiere significado y valor en la medida que vamos entendiendo el proceso que ha seguido su propia construcción, de manera particular en nuestro país, se presenta como un camino de difícil comprensión y de una compleja interpretación, no sólo porque en muchos momentos no solo se estancó o se limitó su desarrollo, sino además porque hubo también retrocesos importantes.
Lo multicausal del fenómeno educativo, implica pues una revisión desde diferentes miradas, que eviten un estudio reduccionista o caer en el casi siempre lugar común, hoy la idea es presentar un breve recuento de un aspecto central del mismo, las reformas educativas recientes, que permitan conocer los principales aspectos del proceso de formación de lo que hoy tenemos como sistema educativo nacional.
Ya hemos podido conocer, las principales características y consecuencias de las reformas educativas de la región, hoy centramos el análisis de lo ocurrido al respecto en nuestro país y de manera más particular nos colocamos en una revisión de los dos últimos procesos reformadores que se vivieron.
En principio, debemos señalar que, como parte de la segunda ola de reformas educativas que ocurrieron en el mundo, se puede ubicar que, en 1992 como parte de ese cambio en el sistema educativo, se dio el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, como una consecuencia de los cambios iniciados en la década anterior.
Cuyos resultados no fueron los esperados en casi todo lo planteado, el proceso de descentralización educativa no logró el impacto esperado, la formación docente no logró cambios significativos, la función de la supervisión escolar continuo su dinamismo, la administración central continúo la inercia de trabajo, los cambios en los contenidos se acomodaron a la etapa anterior y los procesos de enseñanza y aprendizaje sólo se adaptaron a la nueva circunstancia.
La última oportunidad de reformar lo educativo, se dio en el sexenio inmediato anterior, como un intento fallido, primero porque partió de la idea central, de considerar al docente como el único responsable del acto educativo, así la reforma educativa se redujo a la evaluación docente de una forma incorrecta e inadecuada, tanto en las formas como en los mecanismos utilizados para tal fin, logrando un fuerte conflicto entre la administración central y los maestros.
En consecuencia, la apuesta por discutir, los fines de la educación, el modelo educativo y la propuesta curricular, no lograron encontrar cause por la mediación del conflicto, sumado a lo anterior esta presentación se realizó a destiempo, sin incorporar las voces necesarias, las instituciones correctas y sus posibilidades se anularon totalmente.
Lograr cambios en lo educativo, como puede notarse, implica no sólo generar las ideas de dirección, sino además generar las condiciones de participación democrática de los actores, encontrar la voluntad para buscar realmente un cambio en la educación, todo ello no es tarea fácil y sin embargo habrá que intentarlo, es por lo niños y jóvenes, es por la sociedad. Muchas gracias.
Leave a Reply