Por: Alejandro Meza

El cinismo y la desfachatez de Hill Arturo del Río, son escalofriantes, porque celebra jubilosamente el día del abogado y se incluye con un discurso totalmente fuera de lo que realmente es el corrupto presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Parece insólito escuchar al pútrido leguleyo, cuando se llena la boca hablando de la noble profesión que deshonra sin esfuerzo ni pudor; olvidando que durante su administración, la instancia que mal representa se ha convertido en un organismo de protección patronal.

Hill Arturo, como muchos otros personajes oscuros, han aprovechado el confinamiento sanitario con fines personales o por mandatos superiores, orillando a miles de trabajadores a un estado de indefensión, sin la presencia de un árbitro regulador que sirva para mediar entre el asalariado y la voracidad de los patrones, porque la instancia laboral se encuentra cerrada para asuntos referentes a los empleados o a los gremios sindicales y solamente abre sus puertas cuando así lo exigen los intereses patronales.

La indolencia de Hill Arturo lo ha llevado a incurrir en desacato de instancias superiores; como en el caso de la orden girada por un juez federal para incluir en el padrón del SUEUM a todo aquel trabajador que preste sus servicios a la UMSNH, ya sea de manera temporal o indefinida. Hasta el momento, la orden no ha sido acatada por la JLCA, sin que exista ningún argumento de parte de su presidente para tal demora, que resulta en perjuicio de cientos de trabajadores,

Cuando la vida nos otorga una nueva oportunidad para continuar, debemos aprovecharla positivamente, tratando de ser mejores personas; sin embargo, Hill Arturo no parece haber aprendido la lección y la corrupción de su persona se exalta cada día con mayor intensidad. Este tipo de personajes que obran dolosamente, creen que la impunidad que gozan será eterna, pero se olvidan que los tiempos de cambio en Michoacán están próximos y que la protección de Silvano se terminará muy pronto, de la misma manera en que las juntas de conciliación quedarán extintas, debido a la reforma laboral.

Si habremos de felicitar a los abogados en su día, no podemos incluir a Hill Arturo del Río, porque sería equivalente a prostituir los principios morales de una profesión tan noble. ¡Si este señor tuviera una pizca de vergüenza y dignidad, no se atrevería a mostrarse en las redes sociales como un ejemplo de la ley! Tampoco borraría y bloquearía a todos aquellos que le recordaron los oscuros antecedentes de su proceder “profesional”.

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