La diputada indígena por el Distrito 05 de Paracho, Eréndira Isauro Hernández, expresó su total respaldo a la reforma constitucional impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la cual prohíbe la siembra de maíz transgénico en México y protege las 59 razas de maíz nativo, patrimonio biocultural de los pueblos indígenas y base de la identidad nacional. 

Con la reciente aprobación de esta reforma constitucional a la que se suma el Congreso de Michoacán, se plantean modificaciones a los artículos 4 y 27 de la Constitución, y se da un paso fundamental para garantizar la soberanía alimentaria, la biodiversidad y el reconocimiento de los derechos históricos de los pueblos indígenas sobre sus semillas, dijo la diputada. 

«El maíz no es solo un cultivo, es la vida y la historia de nuestros pueblos. Durante siglos, nuestras comunidades han sido guardianas de las semillas, adaptándolas a la tierra y el clima, protegiendo su diversidad y transmitiendo su conocimiento de generación en generación. Permitir el maíz transgénico significa poner en riesgo no solo nuestra salud y el medio ambiente, sino también nuestra cultura y autonomía», expresó la diputada Isauro Hernández. 

Subrayó que esta reforma es un acto de justicia social y ambiental, pues evitará que las grandes corporaciones agroindustriales acaparen la producción y comercialización del maíz, desplazando a los pequeños productores indígenas y campesinos. «El maíz nativo no solo es parte de nuestra alimentación, también es base de nuestra economía. Protegerlo es garantizar el sustento de miles de familias que viven del campo y mantener viva la riqueza agrícola de nuestro país», enfatizó. 

Asimismo, destacó que la reforma es coherente con la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, quienes han exigido el reconocimiento de sus conocimientos ancestrales y la preservación de su relación con la naturaleza. «El gobierno de la presidenta Sheinbaum está atendiendo una demanda histórica de nuestras comunidades. Esta es una victoria para el México profundo, el que siembra, cosecha y alimenta a la nación», afirmó. 

Finalmente, la diputada hizo un llamado para consolidar un modelo de producción sustentable, respetuoso de la vida y la identidad nacional. «No podemos permitir que el maíz transgénico contamine nuestra tierra y ponga en riesgo el futuro de las generaciones venideras. Es momento de defender lo que somos y lo que hemos heredado», concluyó.

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