La ola de represión que padecen los sindicalistas al interior de la UMSNH, ha transitado desde lo grotesco hasta lo ridículo. Ahora Raúl Cárdenas Navarro se ha dedicado a retirar las lonas donde los compañeros de la delegación de Odontología, denuncian los atropellos cometidos por el actual rectorado, tal como había ocurrido hace días con las lonas informativas de los profesores nicolaitas, colocadas en la barda perimetral de Ciudad Universitaria.
La acción de Cárdenas Navarro, es denigrante y constituye un delito de robo, ya que las lonas alusivas fueron pagadas con recursos personales de nuestros compañeros; además está transgrediendo el derecho constitucional de la libre expresión.
Es evidente que la rectoría está transitando caminos torcidos, alejándose cada vez más de la ley y asumiendo una actitud totalitaria en la que pretende que nadie se pronuncie en contra de su administración y que la única información que fluya, sea aquella que alude a su tiranía desde su perspectiva comprada, mediante el derroche de recursos tirados a los medios de comunicación al servicio de la autoridad.
La verdad a través de lonas alusivas se hace presenta y parece incomodar al rectorado de Raúl Cárdenas, quien solamente cree en las afirmaciones de sus aduladores y lacayos, quienes le han hecho creer en su proyecto retrograda. El actual rectorado se ha olvidado que nuestra universidad se caracteriza por la pluralidad ideológica; lo cual resulta ofensivo para un egresado de Chapingo, ajeno a los principios humanistas.
Los doctorados no son sinónimo de inteligencia, el que nació con la conciencia podrida y el intelecto amputado, no podrán crecer como personas por más posgrados que ostenten. Nuestra querida Universidad merece ser dirigida por gentes respetables, no por un puñado de cobardes a quienes asusta la verdad y arremeten contra quienes se oponen a sus oscuros intereses.
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