Eran las 13:00 horas del día jueves,  Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo Guzmán”,  estaba con su familia comiendo en una carreta de mariscos en la colonia Tierra Blanca en Sinaloa, a unos cuantos metros estaban 10 de los hombres de mayor confianza del capo, quienes lo escoltaban.

Testigos presenciales de estos hechos, informaron que en el lugar había por lo menos otras seis familias con varios niños. De repente irrumpió en el lugar un grupo de supuestos militares, se dijeron ser de un grupo especial y bajaron de varias camionetas del Ejército, eran alrededor de 50 elementos.

Tras desarmar a sus escoltas y cerrar varias calles a la redonda, los federales le pidieron a Ovidio Guzmán que se entregara, que no pusiera resistencia. Fue entonces cuando el capo les gritó que no dispararan que había niños con sus familias, que él es un hombre de palabra y se entregaría sin problema.

Ya sometido el hijo del Chapo Guzmán, los militares se lo llevan rumbo a la fiscalía que estaba a unos 5 kilómetros del lugar donde fue detenido, sin embargo, los federales eran seguidos por los escoltas del capo, quienes a su vez pedían refuerzos a su gente para liberar al jefe.

En cuestión de minutos la gente de Ovidio Guzmán rodeo la fiscalía en tanto tratan de negociar la liberación de su jefe. Los militares también se resguardan en la fiscalía, en un área blindada a donde se llevan al detenido, mientras esperan también la llegada de más elementos de la milicia en su apoyo.  Segundos después, se desata una balacera en la fiscalía, la cual se localiza en Tres Ríos, casi en el corazón de Culiacán.

Al ver que no estaba resultando la liberación se van a una colonia donde viven  familias de militares y amurallan el lugar con pura gente de Guzmán y ponen a todos los reos, familias con todo y niños alrededor de dos pipas de gasolina y comienzan a amenazar que si se llevan a Ovidio van a quemar a todos.

Los sicarios se dan cuenta que vienen apoyos militares de varios lados por carretera y comienza la guerra, piden refuerzos los Guzmán a toda su gente local y de las serranías cercanas y a la gente del Azul, del Mayo, los Limones, los Leones, los Avendaño, los Fernández, los Isidros, los Herrera, Payanes, Quinteros, y otros tantos más que tienen sus propios equipos armados y gente y comienzan a cerrar las entradas a Culiacán.

Cierran las vialidades importantes de la ciudad quemando camiones, tráileres y pipas, todos los punteros que andan en motos comienzan a asaltar por toda la ciudad a los que andan en camionetas y los dejaban ir caminando, en ese lapso de 4 horas hubo más de 30 enfrentamientos con soldados y estatales en diferentes puntos de la ciudad   Y difícilmente ya podían llegar a la fiscalía el ejército a llevarse a Ovidio pues estaba acorazada con su gente todo el edificio de la fiscalía. La balacera obligó a los ciudadanos a resguardarse, en tanto las líneas  de teléfono estaban saturadas ya que todo mundo quería saber cómo estaban sus familiares, en tanto la balacera se seguía escuchando en toda la colonia.

Minutos después llegaron 15 helicópteros que sobrevolaban por la ciudad disparando donde veían claramente que había convoy ´s de sicarios en ciertos puntos, pero no tardaron mucho en irse pues tumbaron un helicóptero con un misil a la altura del poblado El Diez. Fue ahí cuando decidieron liberar a Ovidio y como se lo llevaba su gente a resguardar a algún lugar seguro para ellos, de nuevo comenzaron balaceras por toda la ciudad ya nomás para distraer la dirección de hacia dónde se lo llevaban,

A la media noche se seguían escuchando balaceras en puntos diferentes de la ciudad, la balacera duró alrededor de 11 horas con dos momentos de intensidad, el primero cuando rodearon la fiscalía y cerraron puentes y entradas de toda la ciudad que fueron como 5 horas de balazos en la zona más transitada de Culiacán y después cuando lo liberaron otras 6 horas de balaceras a dispares para la distracción.

Hoy a las  7 am se siguieron escuchando esporádicamente balazos en diferentes zonas, pero ya muy a lo largo. Sigue la ciudad casi desierta pues ya comenzó a salir uno que otro carro y ya están sobre volando de menos 2 helicópteros la ciudad. Para la sociedad en general les da la sensación que hubo nula inteligencia en la intención de atrapar a Ovidio, pues no estaban preparados ni para retirarlo de la ciudad a tiempo y con muchos más refuerzos listos. Un grave error que puso a toda la ciudad en riesgo total. Hasta el momento se sabe que hay 3 civiles muertos por  balas perdidas y 13 más heridos.  Hay 7 soldados y 5 policías muertos. Se sabe que hay  4 sicarios muertos. Además, 53 reos fugados.

Comparte en redes sociales