Hoy se celebra en México el Día de la Bandera y como ciudadanos de la sociedad estamos comprometidos con la vida de nuestra nación, estamos invitados a celebrar los acontecimientos de nuestra Patria con un profundo sentido cristiano. En los pueblos, como en las personas, la identidad que nos define se fortalece con la memoria histórica.

Valorar nuestra historia y nuestros símbolos patrios nos lanza con entusiasmo al futuro y nos anima a comprometernos en el presente para construir una Patria que permita a todos vivir con dignidad, con libertad y con justicia, en una convivencia pacífica que impulse el desarrollo compartido de todos los habitantes de nuestro.

México. Celebrar unidos los acontecimientos históricos de las familias, de las comunidades y de los pueblos es una forma de fortalecer la integración social y de transmitir, a través de las costumbres y los símbolos comunes –patrios-, el respeto a los valores que nos identifican ante los demás. Los mexicanos somos un pueblo con historia, con tradiciones que expresan nuestra riqueza cultural y con símbolos patrios que hablan de los valores fundantes que están en la raíz de nuestra nacionalidad.

Participar en estas celebraciones nos compromete a rescatar los valores más nobles de nuestra raza y, al mismo tiempo, fortalece nuestras raíces de fe cristiana; de esa forma recogeremos con gratitud el pasado y valoraremos los esfuerzos de todos los que han buscado el bien de la Nación. Celebremos desde la fe el día de la Bandera y los símbolos patrios, vivamos comprometidos en este momento de la historia de México con la superación de los desafíos que tiene nuestro país para ofrecer a los hijos y a las siguientes generaciones un futuro mejor

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