𝗗𝗿. 𝗥𝗮ú𝗹 𝗖à𝗿𝗱𝗲𝗻𝗮𝘀 𝗡𝗮𝘃𝗮𝗿𝗿𝗼. 𝗥𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗮 #UMSNH
Hasta hace algún tiempo muchas veces pensaba que usted era más sabio que yo y que nuestras diferencias se debían al choque entre mi ignorancia y su conocimiento. Hoy sé que no es así. Tenemos modos distintos de ver nuestra realidad, a veces creo que, de hecho, vivimos realidades diferentes y mi visión es tan digna, tan legítima, tan respetable y mis intereses tan defendibles como los suyos o de cualquier otra persona, su soberbia le ha cerrado la lógica y la razón impidiendo el diálogo con los actores verdaderos y legítimos a los que debe dirigirse, pero como, el soberano va a mezclarse con los lacayos este pensamiento clasista está fuera de toda realidad pues en este mundo real ni usted es soberano ni yo soy lacayo porque debemos servir a una universidad que es del pueblo y para el pueblo.
Las imposiciones han sido su mayor fuerza, los engaños o confusiones, las amedrentaciones todo será inútil 𝙨𝙪 𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙖 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙫𝙖𝙣𝙚𝙘𝙚𝙧á 𝙖𝙡𝙜𝙪𝙣 𝙙í𝙖 y esto no lo digo yo sino la vida misma que nos ha enseñado que las injusticias por usted cometidas por mi dignidad, mi verdad y mi razón. ¿Sabe? Yo soy más fuerte de lo que pensé, 𝙢𝙞 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙨𝙪𝙧𝙜𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙪𝙣𝙞ó𝙣 𝙙𝙚 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙖𝙨 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚𝙨 𝙮 𝙙𝙞𝙜𝙣𝙖𝙨 𝙫𝙤𝙡𝙪𝙣𝙩𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙫𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙩𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙙í𝙖 𝙖 𝙙í𝙖 y que ofrecemos con generosidad nuestros corazones y nuestras mentes para avanzar hacia la conquista de todo, el respeto, la dignidad y la participación que realmente merecemos. Ya es tarde el invitarlo a que replantee su actual lógica de gestión y de los beneficios que unidos a nuestra fuerza se pudieron haber logrado, esquemas más participativos que nos hubieran acercado a todos los objetivos consensuados.
Sé que cuando se obstina en combatirme no es una cuestión de “mala intención”, es una cuestión de miedo, y espero que no reaccione a la defensiva ante esa palabra, todos tenemos miedos, pero están ahí precisamente para vencerlos le he visto a veces temer el que no respetemos su autoridad y su reaccionar con autoritarismo, o temer parecer débil o incompetente si reconociera un error, o simplemente no saber qué hacer y preferir no hacer nada antes que asumirlo, son mis miedos también, ¿cómo no habría de comprenderlos? Pero desde su cargo, si no se enfrenta a ello y lo controla, las consecuencias nos alcanzan a todos y no benefician a nadie en absoluto.
Hoy sé que no hay maldad sin malas intenciones y por eso le escribo esta carta. Espero que se dé cuenta de cuánto podríamos conseguir la institución y trabajadores trabajando en consenso Aportando y cediendo cada uno en un entorno de transparencia, respeto, honestidad y (¿porqué no? ) ambiciones compartidas, no me pida que me apriete el cinturón ahora y me calle mientras los beneficios de las buenas rachas van a parar a la cuenta corriente de muy pocos funcionarios, sea honesto y no pretenda ser el único que gane siempre.
Sé que está muy ocupado, tal vez preparando las maletas, o tal vez regocijándose de la tragedia de nuestras familias y a mí me espera mi familia para cenar el fruto de mi trabajo y esfuerzo, pero que gracias a su mala administración y menester a esto he tenido que conseguir para poder llevar algo esta noche a mi casa, cuántas familias se han quedado sin alimentos, o sin comprar medicamentos cuántos hijos y nietos pasarán estás fechas sin la ilusión de un juguete o sin poder disfrutar de un rato familiar, así que con esta llamada a la reflexión me despido no sin antes enfatizar que los valores que debe tener todo ser humano son aprendidos desde el núcleo familiar y estos deben regir nuestro día a día y enseñar a nuestras generaciones que la humildad, generosidad, la justicia y la verdad son las armas con las que podemos defendernos. Cordialmente uno de los miles de trabajadores a los que ha alcanzado su injusticia, su mentira y a quienes se nos ha violado todas las leyes civiles y humanas con las que se rige este país y ya no hablo de las divinas porque para respetarlas hay que respetar a todos.
ATTE: Miguel Ángel López, representante de los despedidos injustificadamente de la UMSNH
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