¿VERDAD O MENTIRA?

¿VERDAD O MENTIRA?

Por: Salvador Hurtado

Paradójico lo que ocurre en el PRI: Lo que son las cosas, porque este partido parió, amamantó y mantuvo a muchísimos parásitos ingratos que ahora hasta les duele pronunciar su nombre, los niegan como San Pedro al nazareno. Olvidan, inclusive, que el partido les dio techo, comida y sustento.

La realidad es que este partido político ha sido la camada y el mayor semillero  tanto de  políticos buenos, malos y pillos, los que  han sido en algunos casos, socios fundadores de nuevos institutos políticos que buscan continuar mamando de la ubre. Fueron diversas las  circunstancias por las que estos padrotes de la política, dejaron al PRI que los vio nacer, siendo principalmente la incapacidad, deslealtad y deshonestidad. Pusieron tierra de por medio, salieron y como meretrices andan de partido en partido, eso aquí y en China, se conoce como: ¡Traición a una ideología partidaria!

En el presente, muchos de la flamante clase política han tomado la decisión de cambiar de partido como de calzones y, no por la razón de servir a su gente del barrio, colonia, municipio o su estado. “Lo hacen para tener dinero y poder, y no perder el poder y dinero.

Sería importante hacerles algunas preguntas al respecto: los políticos que traicionan su ideología partidaria, ¿serán dignos que la gente les tenga confianza y credibilidad? Si, entre ellos se traicionan ¿qué le esperara a los ciudadanos y a su municipio o al mismo estado?

Estos políticos traicioneros y marrulleros surgen por varias causas, las más común es cuando su partido no los eligió para ser candidatos en su momento. Según ellos lo merecen por haberse sacrificado en demasía por el tricolor, con los meritos, el tiempo y la experiencia suficiente para ser los mejores e indispensables, y al no saciar sus instintos novilleriles, surgen serias y grandes diferencias ideológicas, con su dirigentes.

Ante dichas causas deciden emigrar  o buscar otros resentidos ya dueños de partidos, donde se suma con el garantizado apapacho,  respaldo, hacen equipo con otros líderes que los aceptan e inviten a respirar por la nariz para iniciar en automático el proceso de purificación de todos los pecados que puedan tener; por haber sido militantes del partido que los parió, en pocas palabras ahí, aceptan todo tipo de cascajo.  Sería importante que cada partido político, estableciera candados en sus estatutos y así poder reservarse el derecho de admitir a este tipo de despojos como nuevos militantes en sus filas.

Y a los eternos políticos del sistema, que si ya fueron candidatos y han ocupado importantes espacios, que quieren seguir chupando sangre: Ahora toca turno a los juniors ¡faltaba más! A conseguir a sus bebés grandes posiciones (mínimo de legislador elegido por la vía plurinominal), puede ser inclusive de otras entidades de las que no son originarios por nacimiento. Ya después ingresarán a los clásicos como «chapulines», finalmente serán felices en ir saltando de puesto en puesto, a este tipo de políticos es necesario e importante ya no permitirles estas prácticas abusivas, corruptas e inmorales y, el calificativo que mejor los define, es ser los parásitos más nefastos del sistema, que la gente vomita y repudia.

Las traiciones partidarias por desgracia la ley las permite, este tipo de brincos no van encaminados a una buena causa y razón. Lo único que  se observa es una inmensa sed, hambre y obsesión de poder desmedido, cínico e interminable, que a muchísimos sujetos que viven de la política y en otros casos también amparados en ella, han realizados negocios y transacciones oscuras que les ha permitido convivir en la alta sociedad, que la tratan de adoptar con esfuerzo sin negar la cruz de su parroquia. En cuanto al tema de los «Juniors», es de gran interés, pues en algunos casos salieron más chingones que el papá. Ya verán el porqué, si Dios nos lo permite.

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