EL ORO, ESTADO DE MEXICO.- Esta población, en los años 1906 y 1907, era una ciudad con más de 72 mil habitantes, y su fama era mundial porque der aquí se extraía el oro más puro de la época, el cual era llevado a Europa y otras partes del mundo. Sin embargo, años después se dejaron de explotar las minas y el pueblo se quedó solo, perdiendo así su elevación a ciudad.
En visita guiada a esta localidad, se dijo que en aquellos años la gente no tenía una forma sana de divertirse, ya que la mayoría de los lugareños se pasaban los fines de semana en las cantinas, los burdeles, las casas de citas y salas de juego, lo que molestaba a las familias de élite, a la gente pudiente.
Fue así, que las familias de renombre, preocupadas por ese desorden que se vivía en aquellos años, pidieron al gobierno federal se les apoyara para tener en que entretenerse, siendo así como don Porfirio Díaz manda hacer el Teatro Benito Juárez, el cual se inició en los primeros meses del año de 1906 y un año después, el 5 de febrero de 1907 el lugar fue inaugurado por el General Fernando González, quien era el Gobernador del Estado de México.
Una de las zonas más exclusivas de aquella época en el teatro, era la zona de palcos, ya que estaban divididos entre las familias más elitistas de esta entonces ciudad, donde vivían familias de diferentes nacionalidades, costumbres y religiones. Los palcos eran familiarizados, incluso, si las familias no llegaban por el motivo que fuese, el palco se tendrían que quedar vacío porque era exclusivo.
En las familias predominaba el glamour y la elegancia, ya que de esa forma se diferenciaba su nivel económico y eran familias muy respetadas, incluso, se dice que de acuerdo a su vestimenta se podía saber cuál era la familia más pudiente. Nadie se quería sentir menos que los de más, por eso, cuando se hacían las obras de teatro cada familia llegaba con sus vestidos más caros y elegantes, todo parecía como si fuese un desfile de modas, porque todos llegaban vestidos de gala.
La entrada al teatro era de dos pesos por persona, en tanto la zona centro del lugar era para las autoridades federales, estatales y municipales, los palcos como ya se dijo, eran para las familias adineradas, y si alguien de bajos recursos económicos quería entrar al teatro, era imposible, solo podía hacerlo si era invitado por alguna de familias adineradas y dueñas de dichos espacios, de lo contrario no había acceso.
Sin duda, el teatro era elitista, solo entraban familias pudientes y las autoridades ya antes señaladas. La obra fue diseñada para tres tipos de eventos, La Zarzuela, Opera y Orquesta de Cámara, pero además se presentaban los mejores artistas de la época y en varias ocasiones se hicieron estrenos de obras, las cuales de ahí se iban a la ciudad de México y después a otros estados de la República Mexicana.
Ya en 1938, el teatro fue remodelado y se redujo en espacios, ya que de tener una capacidad de 1,250 personas, se quedó en tan solo 550, ese es el cupo que hasta hoy tiene el teatro. Su decoración es tipo francés, pero su historia grande y llena de glamour.
Leave a Reply